GIANMARCO ONESTINI – MARACANÁ [COMENTARIO DE TEXTO]

Por ACR

Cuando todos pensábamos que el 2020 ya no nos podía sorprender más y que nada podía empeorar la trágica crisis sanitaria y socioeconómica que estábamos atravesando, un nuevo artista mayúsculo salió de la nada para hacernos caer en nuestro propio error. Bueno, en realidad salió de Gran Hermano. Pero ese no es el tema que hoy nos ocupa. Hoy, damas y caballeros, venimos a presenciar el nacimiento de una nueva estrella: el debut musical de Gianmarco Onestini. Este modelo italiano made in Telecinco hace la pareja perfecta con otra renombrada artista que ya ha aparecido en más de una ocasión en este portal cultural: Elettra Lamborghini. Y es que ambos artistas comparten algo más que la nacionalidad: comparten el amor por la poesía más sutil y delicada, y así lo demuestran en sus obras.

«Maracaná» es el título de la pieza con la que este joven milanés se ha estrenado en el mundo de las artes literarias. Siempre que no consideremos trabajar en Telecinco un arte en sí, claro está. Al ojo inexperto, podría parecer que se trata de una obra de carácter futbolístico, al titularse la misma como el mítico estadio de Río de Janeiro. No obstante y, aunque la voz de este Apolo de la pasarela pudiera sonar como un auténtico Maracanazo, la temática principal del poema no tiene nada que ver con los terrenos de juego…aunque de ser revisada por el VAR, seguramente sería penalti y expulsión. Tal y como nadie podía prever, aquí la palabra «Maracaná» se presenta como un símbolo único e irrepetible que hace referencia al goce prohibido…a la mandanga, para que nos entendamos. Muy novedoso…nadie lo había hecho antes.

«Empezó el party, aquí está invitado everybody
Todo el mundo baila con el daddy
El coro encendío, aquí estamos puestos pa’l lío
El bajo está a punto de reventar»

Si conseguimos ignorar el último verso suelto cuya rima inexistente hace que nos explote el cerebro (un recurso artístico que denota la inmensa calidad de la obra que se nos está introduciendo), podremos observar que nuestro amigo Gianmarco quiere romper de una vez por todas ese terrible estereotipo de que los italianos hablan mal el inglés. Para ello, introduce hasta tres palabras en la lengua anglosajona, que no solo es capaz de rimar entre ellas, sino que además logra que lo hagan con algo de sentido. Y todo ello tan solo en los dos primeros versos de la composición. Gianmarco parece querer ofrecer un pedacito de genialidad para que su público empiece a abrir boca. En el tercer verso va más allá: utiliza la expresión «estamos puestos pa’l lío», española hasta la médula, demostrando así un trilingüismo que haría las delicias de todos los erasmus que visitan la Península en busca de una buena borrachera calificación. Todo este despliegue artístico para transmitir al lector que se van a poner lacasito. Sin palabras.

«Esta noche hay maracaná (eh, ah)
Aquí se vino a bailar (eh, ah)
El party no va a parar (eh, ah)
Hasta luego si te vas (eh, ah)

Esta noche hay maracaná
Esta noche hay maracaná
Esta noche hay maracaná
Esta noche hay maracaná»

Lo más educado si alguien se va es decirle «hasta luego». El modelo italiano lo sabe, como todo muchacho bien instruido tanto en la pasarela como en la vida. Con una hermosa rima en AAAA AAAA, estas dos complejas estrofas en las que apenas hay repiticiones nos trasladan a un ambiente dionisíaco en el que todos querríamos estar respetando la distancia de seguridad. «Esta noche hay Maracaná», elabora la estrofa, como si jugase Brasil. Aunque, si echamos un vistazo al vídeo musical, más de uno de los integrantes parece querer samba.

«No soy el Covid, pero te puse en 19 poses
Tú eres el virus y yo soy la vacuna y eso lo sé
Te gusta el rosé, me llamas después de las 12
Tu cuerpo tiene memoria, por eso me reconoce»

Oh, tú y yo, bebé, perdimos el control
Pero, baby, ahora todo ya pasó
Y se te olvidó
Que lo nuestro, bebesita, ya se acabó»

No pretendo engañar a nadie: el arte que en este rincón cultural analizamos es seleccionado con sumo cuidado para deleite de nuestros lectores. Les invito, pues, a que se deleiten con los dos primeros versos. El juego de palabras merece un puesto como jurado en la Final Internacional de la Red Bull Batalla de los Gallos. Atención a las BARRAS:

«No soy el Covid, pero te puse en 19 poses
Tú eres el virus y yo soy la vacuna y eso lo sé«

De la nada, nos damos de bruces con una etopeya, deducimos que sobre una fémina que atrae al poeta, con un elevadísimo contenido literario, casi sin precedentes: una descomunal metáfora, una desgarradora antítesis, símiles, una anáfora («tú eres el virus y yo soy la vacuna») y hasta una sístole (cambia el acento en «lo sé» para pronunciar «lose» y que rime con «poses»). Gianmarco no juega en San Siro, juega en otra órbita. Para hacerlo aún más magistral, su pronunciación de «virus» provoca que la palabra suene parecida al vocablo alemán «Führer», dejando un mensaje subliminal en el que el poeta se define a sí mismo como el Führer, el líder. Heil, Jan-Markus. El resto de la estrofa continúa con la misma terminación, insistiendo en esa epopeya de la dama. Entre sus costumbres, además de probar cosas nuevas, están los desajustes horarios, un efecto típico del confinamiento que Gianmarco plasma con maestría demostrando lo comprometido que está con la realidad social del mundo que lo rodea. Del verso «tu cuerpo tiene memoria, por eso me reconoce», deducimos que, o bien se trata una metáfora que indica que ha pasado tiempo desde la última vez que el yo poético yació con la amada, o bien se halla la dama en cuestión en un estado de ceguera absoluta que la obliga a guiarse a través del tacto.

Después de tal demostración poética sin precedentes, la siguiente estrofa pasa totalmente desapercibida y a nadie le importa realmente a qué hace referencia. De hecho, lo más probable es que nuestro cerebro no haya sido aún capaz de procesar el verso del Covid-19 poses. Una servidora se ofrece a amenizar la tarea de descifrar tan compleja obra: básicamente, le comenta a la moza, a través de la repetición hasta en tres ocasiones del vocativo «bebé» con variaciones como «baby» y «bebesita’, que algo ya no funciona entre los dos.

«En esto yo soy el mejor, la gente ya está entrando en calor
Por la espalda le corre el sudor
Si se apagan las luces, ella seduce
Ya se está sintiendo el vapor
Deja de manipular, tú no sabes amar
Dices que me odias, pero no me vas a olvidar
Te devoraba y tú empezabas a gritar
Búscate otro, conmigo no volverás a jugar»

Las dos estrofas tienen una compleja rima consonante en estructura AAABBA CCCC que nos deja claro que Gianmarco puede hacer todas las métricas que quiera, aunque a menudo sea demasiado vago como para intentarlo. «Si se apagan las luces, ella seduce» no parece el verso más adecuado para intensificar el misticismo y la belleza alrededor de la figura de la amada: más bien parece que la está llamando orco e insinúa que solo liga si no hay luz. Retóricamente, la estrofa no tiene mucho más misterio, por no decir que no tiene ninguno. Lo que sí se nos revela es que el artista quiere «maracaná» porque ha sufrido un desengaño amoroso, como se deduce del último verso («búscate otro, conmigo no volverás a jugar»).

«Esta noche hay maracaná
Hacemos traca, traca
En la discoteca, mi ritmo, el que más destaca
Sube el volumen, la gente se desata
Que suene el reggaeton, que suene la bachata»

El poeta quiere disfrutar del «traca, traca» al ritmo de la música más culta y elevada mientras la gente se desinhibe y se deja llevar por los ritmos caribeños, como se deduce de la anáfora «que suene el reggaeton, que suene la bachata». Unos felices deseos para cerrar una magistral composición, aunque nadie se fijará en los versos que vayan después del de las 19 poses. Es lo que tiene crear arte a tan altos niveles.

Podemos afirmar, queridos lectores, que desde los tiempos de Vivaldi, Italia no había dado a luz a semejante compositor. «No soy el Covid, pero te puse en 19 poses» posiblemente sea el alegato más romántico e ingenioso de lo que va de año. ¿Qué mujer no se derretiría si un Romeo como este, versado en el arte y en los desfiles de moda, le dedicara tamaños versos? No nos atrevemos a afirmar que será el verso más determinante del 2020, puesto que apenas nos acercamos al ecuador del año y el mundo ha estado cerca de acabarse unas 38 veces. Nada hay que temer, sin embargo, mientras los versos de este bardo-lombardo (si me permiten rimar a mí también, pues su genio me ha contagiado) nos sigan acompañando hasta el final de nuestros días. Tras un nuevo ocaso, la poesía ha renacido, mis queridos lectores. Como bien diría nuestro joven poeta: hasta luego, si te vas. Arrivederci se vai, Gianmarco.

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