LETICIA SABATER – TOMA PEPINAZO [PARTE II] [COMENTARIO DE TEXTO]

 

Por MGL

Como decíamos ayer. Creo firmemente que es la frase perfecta para dar comienzo a la segunda parte de este comentario, pues la calidad literaria de la pieza que vamos a seguir sometiendo a profundo y exhaustivo análisis es tal que emplear la célebre frase de Fray Luis de León es hasta un honor para este poeta castellano del siglo XVI. Dicho esto, como decíamos ayer, la complejidad de la obra en su conjunto la convierte en una de las obras maestras de la R-Generation española, también conocida como la Generación de los Nuevos Góngoras, que ha producido directamente piezas clave como “Mr. Policeman”, “Pégate” o “Candy” (tratando esta última de una chuchería gigante que devora humanos, una profunda reflexión de los problemas cardíacos del primer mundo), e indirectamente rimas magistrales y nacionalmente famosas como aquella del vecino y el alcalde, cuyo orgulloso autor es uno de los políticos clave de la historia de nuestro país, incluso de la historia mundial del siglo XXI (aunque podría pensarse que se trata del siglo XVIII por algunas de las ideas que defiende el limpísimo y sumamente honesto partido que encabeza), que será estudiado en los futuros libros de Historia Hipster-Reggaetonera (historia posterior cronológicamente a la Historia Contemporánea) como el nuevo Churchill.

” Siete Gintonitos, dos tequilas y un buen pedo
Pa demostrarte que ya no eres el que quiero
Promesas, mentiras tus promesas
Ya me lo advertían mis amigos ¡Pepinazo!”

Magistral. La autora, demostrando una agilidad mental nada propia para una dama de 87 años, realiza aquí una crítica brutal hacia el alcohol y sus nefastas  consecuencias,  pudiendo todo desembocar en un “pepinazo”, esta vez sí que haciendo referencia metafóricamente a un “pollazo”, usando la palabra “pepinazo” con diferentes significados dependiendo del contexto. Simplemente genial. En cuanto a la estructura métrica, en los dos primeros versos de esta estrofa cambia a la rima asonante, estimulando la inteligencia del lector, que tras ver este vídeo musical se verá aumentada exponencialmente, más incluso si se decide a tomarse un pepinazo (sin metáfora aquí, como es obvio).

” Toma, toma pepinazo… Toma, toma pepinazo
Toma, toma pepinazo y me lo como yo, yo, yo
Toma, toma pepinazo… Toma, toma pepinazo
Toma, toma pepinazo y me lo como yo, yo, yo. “

Si me lo permiten no volveré a analizar el estribillo, pues ya llevamos a cabo tamaña hazaña en la primera parte, y a parte de no añadir nada nuevo el gasto de energía mental sería demasiado elevado al comentar esta Mona Lisa de la música. Simplemente remarcar que se vuelve a aludir a las magníficas propiedades del Cucumis Sativus, que permiten a una dama de 93 años lucir tal cuerpo, además de esos preciosos ojos que también bailan a su bola con ella en el vídeo musical.

“Slow
Chico latino te he pillado, te he pillado
Guasa mi foto de otras chicas que has besado
Ahora soy yo la que contigo he jugado
Te he puesto el cuerno, chico las has cagado”

Wow. Breathtaking. Si me lo permiten, haré uso de ciertas expresiones inglesas, pues Sabater lo hace con tal dominio de la lengua de Shakespeare que sería un insulto hacia esta obra maestra no estar a su nivel. Pero sigamos. Esta estrofa podría ser considerada el cénit de la obra, la parte cumbre, pues en ella rompe definitivamente con ese chico latino ya que, aunque este le lleva comiendo a ella to lo negro durante un tiempo, no come pepinos, por lo que Sabater no puede seguir en una tormentosa relación con un hombre que no aprovecha las excelentes cualidades de esta verdura. Ella le insta incluso a borrar su foto, pues no es digno de contemplar a esta musa caribeña, y le anuncia cruel pero magistralmente que le ha sido infiel, haciendo una doble referencia con la palabra “cuerno”: por una parte a la infidelidad en sí; por otra al pepinazo (esta vez sí con sentido metafórico) del individuo que la ha puesto mirando pa Cuenca a ella y a su ojo (aunque este último ya estaba mirando pa Cuenca él solito). Impresionante. Magistralmente único. Sólo esta diosa de la poesía era capaz de hacer algo así, encerrando el apenas unas pocas palabras un enorme  significado, tal cual hacía Quevedo pero con aún más maestría.

” Que sea guapo mexicano en la disco de noche
Y me enrollé con un Colombiano y son mucho mejor que tu
Ya eres muy famoso todos gritan ¡Pepinazo!”

Para terminar por hoy, pues no queremos desafiar al destino siendo muy osados y analizando demasiado del poema, analizaremos la estrofa que más compromiso social de la artista denota de todas. La referencia a hombres de varias nacionalidades latinas, cuyos pepinazos ha disfrutado, algo que deja excelente y sutilmente entrever, sin afirmarlo rotundamente, evidencia que se trata de una mujer abierta de mente (y de otras cosas), atacando políticamente a Donald Trump y a sus políticas discriminatorias hacia los latinos, especialmente los mexicanos, que aparecen por tanto nombrados en primer lugar en la estrofa. Por favor, que alguien le dé el Nobel de la Paz. Además, métricamente es aún mejor, pues abandona cualquier tipo de rima, y aunque para el ojo inexperto esto pueda parecer de pésima calidad literaria, de hecho de nota una calidad inmejorable, soberbia, aún mejor que los poemas de la última etapa de Miguel Hernández, con rima inexistente, que ya se han quedado a años luz de esta bestial, pura y comprometida obra maestra de la R-Generation. Por favor, que alguien le dé el Nobel de Literatura.

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